LA REGULACIÓN Y EL MANTENIMIENTO DEL
EQUILIBRIO HÍDRICO CORPORAL
A
pesar de las continuas pérdidas de agua y de las grandes variaciones en la
ingesta de agua y sal, el cuerpo humano tiene generalmente la capacidad para
mantener una constancia precisa del contenido de agua: se calcula que el agua
corporal total varía menos de un 1% en 24 horas. Esto es de vital importancia
para el mantenimiento de una composición constante del líquido extracelular,
necesario para que las células funcionen correctamente. El agua corporal es
controlada, por una parte por la ingesta de líquidos estimulada por la sed, y
por otra parte por la excreción renal del agua.
A
pesar de estar rigurosamente regulado, el equilibrio hídrico corporal puede
plantear problemas que den lugar a un estado temporal de hipohidratación o
hiperhidratación.
DISMINUCIÓN DEL EQUILIBRIO HÍDRICO CORPORAL
DESHIDRATACIÓN E HIPONATREMIA
La
deshidratación es el proceso de pérdida de agua corporal, mientras que la
hipohidratación se refiere a un estado equilibrado de déficit de agua corporal,
y es por lo tanto el resultado de la deshidratación (EFSA, 2010). Según la
pérdida relativa de agua y solutos desde los líquidos extracelulares, la
deshidratación puede ser hipertónica (la pérdida de agua concentra agua
extracelular), hipotónica (la pérdida de sodio diluye el agua extracelular) o
isotónica (pérdidas de agua y sodio sin cambio de concentración).
Las causas posibles de estos distintos tipos
de deshidratación se resumen:
DESHIDRATACIÓN ISOTÓNICA: Pérdida de líquidos
gastrointestinales, vómitos o diarrea, Ingesta inadecuada de líquidos y sal.
DESHIDRATACIÓN HIPERTÓNICA: Sudoración sin
reposición de líquidos, Diuresis osmótica (e.j. Diabetes mellitus),
Medicamentos diuréticos, Ingesta inadecuada de agua.
DESHIDRATACIÓN HIPOTÓNICA: Sudor con alto
contenido en sodio (e.j. Fibrosis quística), Pérdida de líquidos
gastrointestinales.
AUMENTO DEL
EQUILIBRIO HÍDRICO CORPORAL
HIPERHIDRATACIÓN
Si se superan esos
valores, se produce una excesiva dilución del sodio en la sangre (hiponatremia)
y se incrementa la producción de la hormona antidiurética. En casos extremos,
con niveles de sodio inferiores a 100 mmol/L, se pueden producir edemas
cerebrales irreversibles, comas, o incluso morir por sobrepresión del cerebro
al bulbo raquídeo, ya que el cerebro y sus anexos son los que más se ven afectados.
En ocasiones, la hiperhidratación está relacionada con el uso de drogas, en
particular con el éxtasis.
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